Los archivos secretos y perturbadores sobre los ovnis en Argentina

Los archivos secretos y perturbadores sobre los ovnis en Argentina

 

Desde hace muchos años, oficinas gubernamentales de la Argentina recopilan información sobre avistamiento de luces extrañas y encuentros con seres extraterrestres.





Por: Crónica

En este artículo exclusivo de cronica.com.ar, pondremos a su consideración los principales casos de los últimos 50 años, en los que organismos oficiales investigaron alguno de estos acontecimientos con el fin de demostrar no solo que el fenómeno OVNI es probable, sino innegable. Esta nota es posible gracias al trabajo incansable de CEFORA (Comisión estudio del fenómeno OVNI en la República Argentina), el grupo que viene apelando desde hace años por la desclasificación de toda la información vinculada a la temática en nuestro país.

EL OVNI de Yacanto
El primero de los episodios sucedió en Yacanto, Córdoba. El testigo principal fue un integrante de la Fuerza Aérea Argentina, el capitán Hugo Luis Niotti, quien observó un extraño aparato mientras viajaba en su auto rumbo a Córdoba capital. Para recordar el caso tomaremos párrafos de una carta que el propio testigo escribió ese año para la revista Aerospacio: “Esta fotografía fue tomada el día 3 de julio de este año (1960), aproximadamente a las 16:30 hrs., con una cámara de 35 mm mientras conducía por la ruta Nº 36, a una distancia de unos 70 km de la ciudad de Córdoba. Película de 21º DIN fue utilizada, con el diafragma abierto en un 2,8, 1/60 segundo de velocidad y distancia de enfoque en el infinito”, y agregó: “Observé un objeto suspendido en el aire a unos 100 metros a la derecha de la carretera. Yo estimo que entre la detención del vehículo y tomar la cámara, me debe haber llevado un máximo de 40 segundos, y el objeto tomó unos segundos más para desaparecer entre las nubes. Este tenía la forma de un cono rotando sobre su eje, moviéndose lentamente hacia el el sur; el objeto estaba a unos 100 metros de la carretera y a una altitud de 15 m sobre el terreno”. El capitán Niotti estimó su tamaño: “Diámetro de 3 a 4 m, por 6 a 8 m de altura (eje), color: gris oscuro, opaco, velocidad entre 5 y 7 km/h., con una aceleración final rápida que le llevó a 200 km/h. en 3 segundos más o menos”.

El negativo original fue analizado por los técnicos fotográficos del Servicio de Información Aeronáutica de la FAA. Los expertos concluyeron: “Del análisis realizado se puede determinar que el proceso de desarrollo de su negativo fue normal, por lo tanto se puede afirmar sin ninguna duda que existe un registro de un objeto que bien podría estar relacionado con lo que el oficial declaró”. Los analistas destacaron que la base del cono parecía más oscura en la foto que el gris mencionado por Niotti, especulando que “esto podría ser atribuido a la sensibilización de la película fotográfica por la influencia de radiaciones fuera del espectro de la luz y de naturaleza desconocida”. Una copia de la foto fue enviada ese año a los Estados Unidos y llegó a manos del famos. Proyecto Blue Book y hasta el Profesor Joseph Allen Hynek, en persona, se entrevistó con Niotti para saber más sobre lo ocurrido.

 

 

OVNI: La caída de Bahía Blanca

El 21 de mayo de 1962, en la tarde-noche de Bahía Blanca, un OVNI fue visto por miles de personas en la ciudad atlántica. El fotógrafo del matutino La Nueva Provincia, Miguel Thomé, logró registrar el fenómeno con su cámara y al otro día fue tapa del diario local. Según testigos, el aparato era de un tamaño dos veces más grande que la luna llena. Thomé, en ese entonces, tenía 23 años y su experiencia quedó inmortalizada en letra de molde: “Subí al Jeep del diario con el objeto de buscar un lugar de buena visibilidad. Al llegar a la calle Don Bosco estacioné el coche, dejándolo en dirección inversa a la que traía, con el motor en marcha y las luces encendidas: fue algo instintivo porque veía al objeto acercarse hacia ese lugar. Apoyé nerviosamente la cámara en el guardabarros, regulé la exposición y velocidad del diafragma, y oprimí el obturador. A medida que el objeto se iba acercando –agregó-, obtuve la segunda toma. Por un momento la aparición se hizo mucho más grande, como de 50 centímetros de diámetro. El ovni quedó entonces fijo en un lugar, pero un momento después giró bruscamente hacia el sur y desapareció. Cuando reaccioné, subí al Jeep y me dirigí al diario, entré en la redacción gritando: ‘¡He sacado fotos al ovni!'”.

OVNI: La caída de Bahía Blanca

El 21 de mayo de 1962, en la tarde-noche de Bahía Blanca, un OVNI fue visto por miles de personas en la ciudad atlántica. El fotógrafo del matutino La Nueva Provincia, Miguel Thomé, logró registrar el fenómeno con su cámara y al otro día fue tapa del diario local. Según testigos, el aparato era de un tamaño dos veces más grande que la luna llena. Thomé, en ese entonces, tenía 23 años y su experiencia quedó inmortalizada en letra de molde: “Subí al Jeep del diario con el objeto de buscar un lugar de buena visibilidad. Al llegar a la calle Don Bosco estacioné el coche, dejándolo en dirección inversa a la que traía, con el motor en marcha y las luces encendidas: fue algo instintivo porque veía al objeto acercarse hacia ese lugar. Apoyé nerviosamente la cámara en el guardabarros, regulé la exposición y velocidad del diafragma, y oprimí el obturador. A medida que el objeto se iba acercando –agregó-, obtuve la segunda toma. Por un momento la aparición se hizo mucho más grande, como de 50 centímetros de diámetro. El ovni quedó entonces fijo en un lugar, pero un momento después giró bruscamente hacia el sur y desapareció. Cuando reaccioné, subí al Jeep y me dirigí al diario, entré en la redacción gritando: ‘¡He sacado fotos al ovni!'”.

 

La fotografía del Ovni de Bahía Blanca

 

Extraños “ecos” en Punta Indio: ¿OVNIS?

El siguiente caso transcurrió en Punta Indio, a tan solo 140 kilómetros de la capital. Según relatos documentados, en 1963 comenzaron a aparecer misteriosos puntos en el radar (bips) en los aparatos de la Base Aeronaval. Estos “ecos”, mostraban algún tipo de comportamiento inteligente. Investigadores del fenómeno OVNI, sostienen que esas anomalías llegaron a perseguir aviones por varios minutos. La base funciona desde 1928 y es protagonista absoluta de gran parte de la casuística OVNI de la zona. En 1963 se instaló la torre de control con GCA (Ground Control Approach) –radar de aproximación– marca Collins, popular a partir de la guerra de Vietnam. La instalación, el control y el posterior empleo del radar estuvo a cargo del Taller de Electrónica de Punta Indio (TEPI), con la ayuda del suboficial González Desseff, que ya había trabajado en la colocación de un equipo similar en la base Comandante Espora. Por entonces se reportó gran cantidad de apariciones de bips que se destacaban en el radar y mostraban un desplazamiento definido y coordinado.

OVNIS en la Antártida

Era una noche clara y de cielo estrellado, con escasa nubosidad, en la base naval argentina “Decepción”, situada en la isla homónima. El 3 de julio de 1965, un grupo constituido por 17 personas, fueron testigos del avistamiento de un extraño objeto luminoso en el cielo. La experiencia duró 62 minutos. Un par de días después, los medios nacionales recogieron la palabra del comandante de la base antártica, el teniente de fragata Daniel Perissé. “Nosotros sólo hemos visto un objeto volador no identificado. Por informaciones que poseemos, sería el mismo que observaron los personales de los destacamentos chilenos y británico. Puedo agregar que el curioso hecho fue comprobado en días anteriores, siendo siempre un solo objeto”. Además de la marina argentina, el episodio fue investigado por el ministerio de defensa de Gran Bretaña dirigido en ese momento por R.A. Langton a raíz de una carta que el celebre expedicionario antártico Sir Vivian Fuchs le envía en días porteriores.

La carta íntegra dice así:

Estimado Sr. Langton; El 12 de julio de este año, la base del British Antarctic Survey en isla Decepción (62 59’S, 60 34’W) informó lo siguiente, que cito según lo solicitado: La base argentina (en Isla Decepción) observó una luz de colores y en movimiento el 7 y 20 de junio y el 3 de julio. La base chilena (también en Decepción) hizo observaciones similares en las dos últimas fechas. Una luz roja-verde-amarilla parpadeante fue observada desde la base británica a las 2300 Z el 2 de julio hacia el norte, se había movido rápidamente en dos oleadas desde el oeste, luego retrocedió a lo largo de ese curso durante una corta distancia antes de regresar de nuevo al norte, donde permaneció estacionaria durante unos 20 minutos. Creo que debería comentar que nuestra gente en la Antártida no consideró al evento lo suficientemente importante como para hacer comentarios hasta que se lo pregunté. Solicité información debido a la presión de la BBC., la NBC y la prensa que actuaba con base en un boletín de noticias distribuido desde Argentina. Muy atentamente (firma) V. E. Fuchs.

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