¿Por qué es tan importante el encuentro de este jueves entre Duque y Petro?

El jefe del Estado, Iván Duque, recibirá al presidente electo, Gustavo Petro, a las 5:30 de la tarde. FOTO: Mauricio Dueñas / EFE

 

Los dos líderes políticos se encontrarán en un mismo espacio en la tarde de este jueves. La Casa de Nariño servirá de albergue para dos hombres que hasta ahora habían mantenido una relación de confrontación cotidiana. El jefe del Estado, Iván Duque, recibirá al presidente electo, Gustavo Petro, a las 5:30 de la tarde.

Por eltiempo.com





Petro llegará a la reunión con el documento del Consejo Nacional Electoral (CNE) y la Registraduría Nacional del Estado Civil que lo acredita como primer mandatario para el periodo 2022-2026. ¿Se cierra así un ciclo de pugnacidad entre ambos y se abre otro que marcará el destino del país?, es la pregunta que muchos se hacen.

Hasta ahora se ha hablado de una oposición todavía huérfana ante las dudas que tiene Rodolfo Hernández, de 77 años, para abanderar esta tarea. Se ha dicho también que el expresidente Álvaro Uribe Vélez vive un desgaste natural después de dos décadas de ser el protagonista del rumbo político nacional.

¿Y Duque? El ahora presidente tiene solo 45 años y también le quedan solo 45 días en el cargo. ¿Será él quien lidere la oposición al gobierno que comienza? De hecho, en sus primeras declaraciones ya ha enviado mensajes en ese sentido.

“El reto es guiarnos por la independencia de poderes, con orden y dentro de la legalidad”, dijo Duque a las 6 de la mañana del lunes, en una conversación con el premio nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, vía Zoom.

Era una respuesta evidente a las palabras de Petro, quien durante la celebración de su victoria electoral “solicitó” al Fiscal General de la Nación liberal a un grupo de jóvenes que habían sido detenidos sindicados de graves delitos durante las violentas protestas callejeras.

Este miércoles, Petro contó que había hablado con el Gobierno venezolano para abrir las fronteras. “Me he comunicado con el Gobierno venezolano para abrir las fronteras y restablecer el pleno ejercicio de los derechos humanos en la frontera”, dijo.

Casi de inmediato, Duque reaccionó: “Lo importante es que sigamos garantizando que del lado venezolano no haya convivencia con el terrorismo, porque allá está Pablito, está Antonio García y esta Iván Márquez, entonces que los capturen y extraditen para que le muestren a Colombia que hay voluntad de colaborar con nuestro país”.

Este toma y dame, sin embargo, está enmarcado en afirmaciones respetuosas al partir del ideario contrario que tiene cada uno de ellos. Se trata de una novedad, porque durante la campaña del 2018 fueron especialmente agresivos mutuamente.

El país venía del plebiscito, en 2016, para revalidar o negar los acuerdos que el Estado colombiano había firmado con las Farc. De cierta manera, cada uno representaba una bandera.

Duque había sido uno de los líderes del No, que ganó en las urnas; y Petro, uno de los defensores del Sí. Él fue precisamente uno de los que sostuvo que en un gobierno del entonces senador del Centro Democrático “la paz sería hecha trizas”.

Ganó Duque y asumió el poder mientras Petro se convirtió en el líder de la oposición. Para el senador de la Colombia Humana, el Presidente no era autónomo, sino que respondía a instrucciones del expresidente Uribe.

En el mismo día de la posesión, Gustavo Petro invitó a sus seguidores a tomarse las calles para manifestar su descontento. En las primeras de cambio, no hubo un día de tregua para Duque. Las protestas se multiplicaron por varias ciudades hasta el sábado 21 de marzo de 2020, cuando el presidente Duque anunció la cuarentena por el covid-19.

Durante el encierro obligado, Petro se mantuvo activo en las redes sociales y llegó incluso a cuestionar el Plan Nacional de Vacunación. Con la reapertura gradual vino la explosión social callejera que cambió la agenda política del país.

Algunos analistas consideran que incluso el papel que cada uno de ellos desempeñó durante esta inesperada situación les definió el futuro. A Duque se le derrumbó la popularidad, mientras que Petro se erigió como el referente de quienes se manifestaban.

Al empezar la campaña, la distancia entre ambos era sideral. Petro armó buena parte de su discurso en su crítica al Gobierno, mientras el jefe del Estado aprovechó los espacios locales e internacionales para buscar atajarlo.

“Tenemos que derrotar con más fuerza ese autoritarismo de las ‘tres p’, el del populismo, el de la polarización, el de la posverdad”, le decía aunque siempre sin mencionarlo.

Como tampoco lo hizo cuando Petro denunció en el clímax de la campaña un plan para asesinarlo. Duque dijo que todos los candidatos tendrían garantías y entonces se le vio a Petro con escudo antibalas y protegidos por la Policía Nacional.

Petro ganó las elecciones y Duque lo llamó casi de inmediato. “Llamé a @PetroGustavo para felicitarlo como presidente electo de los colombianos. Acordamos reunirnos en los próximos días para iniciar una transición armónica, institucional y transparente”.

Informó mientras que su equipo para empalme borraba esa versión de que no le iban a entregar toda la información.

“Todo será transparente”, le daremos todo lo que pida”, dijo el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, designado por Iván Duque para esta labor, y quien además contó de la buena voluntad para hacer una transición tranquila y democrática. “Yo soy un demócrata”, reivindica con frecuencia Duque.