Envenenó a todos los empleados de un banco, se llevó un botín miserable y pasó 39 años esperando su ejecución

Envenenó a todos los empleados de un banco, se llevó un botín miserable y pasó 39 años esperando su ejecución

Sadamichi Hirasawa durante una de las audiencias judiciales. – Foto: TN

 

Ocurrió en Tokio, poco más de dos años después del final de la Segunda Guerra Mundial. El asaltante era un artista plástico que fue detenido siete meses después del golpe en el que murieron 12 personas.

El 26 de enero de 1948, con las tropas estadounidenses ocupando el territorio japonés luego de la derrota del Gran Imperio del Japón en la Segunda Guerra Mundial, el artista Sadamichi Hirasawa, de 55 años, con un brazalete del Departamento de Bienestar Social, entró en el Banco Teigin, en Shiinamachi, un suburbio de Toshima, en la ciudad de Tokio, poco antes de que cerrara al público.





Por TN

Se presentó como médico epidemiólogo exhibiendo la credencial correspondiente. Hirasawa explicó que había sido enviado por las autoridades de ocupación estadounidenses y que tenía órdenes de darle tratamiento al personal bancario contra un repentino brote de disentería, una inflamación intestinal que puede ser fatal sin la debida atención. Dio a las personas presentes una pastilla y unas gotas de un líquido que llevaba en su maletín. Había en ese momento dieciséis empleados y pidió que preparasen otras tantas tazas de té para digerir la medicina contra el mal de la disentería. Como era natural, él debía realizar los preparados para cada paciente.

Los dieciséis empleados del banco se alinearon obedientemente. “Por favor”, decía Sadamichi cortesmente cuando le alcanzaba la taza de té a cada empleado. Y todos bebieron el brebaje que les dio el médico. Los presentes bebieron el líquido, que era una solución de cianuro de potasio Cuando todos quedaron incapacitados y agonizando el ladrón se llevó todo el dinero que pudo encontrar en las cajas de atención al público, que ascendía a sólo 160.000 yenes (aproximadamente 1392 dólares de la época). Diez de las víctimas murieron en el lugar (uno era hijo de un empleado) y otras dos fueron trasladadas al hospital aunque los médicos poco pudieron hacer por ellas y al cabo también murieron.

La escena con la que se encontraron los investigadores al entrar al banco. – Foto: TN

 

Lo atraparon casi siete meses después gracias a que dejó en el banco una tarjeta de presentación auténtica a nombre de Shigeru Matsui, del ministerio de Salud y Bienestar, Departamento de Prevención de Enfermedades. Dos sobrevivientes lo reconocieron como el falso médico epidemiólogo que, para más datos, tenía una cicatriz debajo de su barbilla.

La Corte Suprema de Japón confirmó la pena capital en 1955. Sin embargo, ninguno de los ministros de Justicia, que debían aprobar las ejecuciones, accedió a ordenar su muerte. Hirasawa permaneció en prisión durante los siguientes 33 años esperando que lo llevaran al cadalso. Se cree que es el hombre que más tiempo ha estado en el corredor de la muerte.

Sadamichi Hirasawa, el hombre que desde su arresto esperó treinta y nueve años que lo ahorcaran, murió de neumonía en un hospital penitenciario el 10 de mayo de 1987, a los 95 años de edad.