Un invento insólito: arruinó un Porsche para hacer la peor copia de un Ferrari Testarossa

Un invento insólito: arruinó un Porsche para hacer la peor copia de un Ferrari Testarossa

Ferrari Testarossa

 

Un Ferrari es un objeto de deseo. Pero un Porsche también puede serlo. Es una cuestión de gustos, al cabo, lo que llevó a un fanático del Cavallino Rampante a tomar el modelo de Porsche que tenía en su garaje y someterlo a un proceso de metamorfosis contra natura, porque lo convirtió en una mala copia de la Testarossa, uno de los emblemas de la súper deportividad italiana en la década del 80.

Por: Clarín





La aparición de réplicas de Ferrari no es una novedad en el increíble mundo automotor. Pero en este caso no se tomó el consejo de “si vas a hacerlo, hacelo bien”. Porque en el afán de tener su propia Testarossa, este fan arruinó un Porsche 924 y, a la vista de la evidencia, el resultado de su experimento de este osado alemán es un Frankenstein de mala calidad y peor gusto.

En el diseño exterior exhibe los rasgos más característicos de la Testarossa, aunque claramente está lejos de parecerse al súper deportivo de Maranello. En el interior, en cambio, se encuentran algunas similitudes al modelo italiano, con tapizados de cuero similares y la misma disposición para su tablero de instrumentos analógico.

Entre los puntos más significativos hay que destacar el techo tipo targa y una falsa cubierta trasera del motor. Además, las llantas bitono, con logo de Ferrari, no se parecen en nada a las originales.

Puertas adentro se encuentran un volante deportivo Momo y una insignia de Ferrari frente al asiento del copiloto. Por otra parte, la consola central se cambió y en ese lugar instalaron un sistema de sonido premium de la marca Pioneer.

Varios caballos de diferencia

El motor que utiliza es el mismo del Porsche 924 básico, un naftero 2.0 de 4 cilindros en línea, capaz de erogar 125 CV de potencia. Está muy lejos de las prestaciones que ofrece el propulsor 5.0 V12 de la Testarossa original, un atmosférico con 390 CV, que acelera de 0 a 100 km/h en 5,3 segundos y alcanza una velocidad máxima de 290 km/h.

El propulsor del Ferrari legítima, ubicado en la parte trasera, es plano y permite que la silueta del auto sea muy baja. A su vez, el parabrisas inclinado y en posición central hace las veces de spoiler aerodinámico para dar apoyo. Así pudieron prescindir de alerones y lograron un excelente coeficiente de penetración aerodinámica a pesar de que mide más de dos metros de ancho.

El modelo en cuestión, una réplica de mal gusto estuvo a la venta en el portal alemán Mobile, con 78.000 kilómetros, a un precio de 14.900 euros. El anuncio era claro: “Quizá es demasiado para un coche que no es perfecto, pero está lejos de lo cotidiano”.

El Porsche 924 deformado

 

Ferrari vs. Porsche: odiosas comparaciones

Cuando se comparan las fotos de una Testarossa original con esta réplica no hay ni el mínimo punto de comparación. Es que no es fácil emular a uno de los autos más emblemáticos de la historia, que deslumbró a fanáticos de todo el mundo con su estética singular.

La Testarossa se fabricó entre 1984 y 1996 y fue diseñada por el prestigioso carrocero Pininfarina. Un auténtico biplaza, de 2 puertas, del que se produjeron 7.177 unidades. Para que tengan un parámetro, en Estados Unidos, en 1990, costaba alrededor de USD 181.000. Fue presentado por primera vez en el Salón del Automóvil de Paris de 1984.

Este auto, que entre otros dueños icónicos tuvo a Diego Maradona, luce una silueta atlética y armoniosa, con un frente dominante, donde se destaca su capot recto y la mirada profunda. En los laterales muestra espectaculares trazos que transmiten movimiento y unas imponentes tomas de aire en forma de branquias. Allí también se lucen las llantas de aluminio en forma de estrella con el logo de Ferrari en amarillo.

La copia realizada sobre un Porsche disfrazado no tiene el estilo sutil de la macchina italiana. En general no lograron emular el estilo y la peor parte fue desarrollada sobre el sector posterior. Se parece más al portón y la caja de carga de una pick up mediana que a la de la histórica coupé deportiva.