Julio Castellanos: Los nuevos bachilleres de Libertador

Este mes se efectuó, bajo auspicio de la alcaldía de Libertador, la graduación de aproximadamente 2000 bachilleres en el monumento del Campo de Carabobo. El mismo alcalde se hizo fungir como padrino y ofreció sus palabras a los jóvenes empezando con el “Graduándos y Graduándas” las merecidas felicitaciones a quienes lograron culminar su educación media y diversificada. Luego, a modo de regalo, organizó un concierto denominado “el último timbre” para entretener con tarima, cantantes y música a quienes mañana deberían iniciar una carrera técnica o universitaria.

Probablemente, muchos disfrutaron el detalle del señor alcalde. Pero después de la rumba, justo al amanecer del nuevo día, hay que hacer frente a la realidad de los jóvenes en el municipio Libertador, a saber:

1- No hay centros de educación superior en Libertador, las universidades públicas, como la UNEFA o la UC, tienen sus respectivas sedes en otros municipios. Lógicamente, los jóvenes necesitan un servicio de transporte estudiantil para trasladarse y continuar sus estudios. Pero eso dejó de existir y hasta el momento la alcaldía no pone a disposición unidades de transporte que cumplan esa labor.





2- En la actualidad, buena parte de los programas de formación universitaria se efectúa usando intensamente el internet. Pero los servicios de telefonía y conexión a la red no funcionan en la mayor parte del municipio, es difícil hacer llamadas y hasta mandar un mensaje de texto, obviamente es mucho más difícil acceder a un plan de datos. Sin internet no se puede entrar a un Aula Virtual por más expresiones cariñosas dichas frente al Arco de Carabobo.

3- La Biblioteca “Monseñor Jacinto Soto” de Tocuyito se encuentra fuera de servicio, de estar disponible y surtida, le proporcionaría a los estudiantes la posibilidad de efectuar sus tareas. Pero no hay disponibilidad de ese servicio desde hace años.

4- La Ley de Servicio Comunitario del Estudiante Universitario establece como requisito de grado cumplir 150 horas de trabajo en las comunidades. Pues bien, por falta de convenios de colaboración entre la alcaldía y los departamentos de extensión universitaria, el único servicio comunitario que tienen disponible los estudiantes de Libertador que estudian en la UC, por mencionar un ejemplo, es que los futuros profesionales corten el monte a punta de machete en el Campus Bárbula.

5- Los comedores universitarios dejaron de funcionar, los estudiantes pasan muchas dificultades para alimentarse de forma balanceada en su jornada cotidiana. Esto debe tener solución porque, es un hecho estadísticamente comprobable, sin servicios de alimentación dirigidos específicamente a los estudiantes aumenta exponencialmente la deserción escolar.

¿De esto habló el alcalde de Libertador en su discurso ante sus forzosamente apadrinados? ¿Acaso informó a los bachilleres algún plan, en el marco de sus competencias, para hacer frente a estos problemas? ¿Podrá el concierto de “el último timbre” compensar el total vacío de políticas públicas dirigidas a ofrecer oportunidades para los jóvenes?.

Claro que debemos felicitar a los estudiantes que, con mil dificultades a cuestas, lograron obtener su titulo de bachiller. Pero el mejor regalo que podemos darle a los jóvenes, antes que un concierto pagado con dinero público, es proporcionar herramientas para continuar su formación técnica y universitaria. Es muy bueno tener bachilleres en Libertador, pero también necesitamos médicos, enfermeras, docentes, ingenieros, técnicos, contadores, administradores y muchos otros profesionales más. ¿Hasta cuando pretenderemos arreglar todo con una fiesta, una rumba o un concierto? ¿Tenemos una alcaldía o una agencia de festejos?

Julio Castellanos / jcclozada@gmail.com / @rockypolitica