Obispos alemanes, preocupados tras reunión con el papa Francisco: se oponen a la “modernización” de la Iglesia

Obispos alemanes, preocupados tras reunión con el papa Francisco: se oponen a la “modernización” de la Iglesia

Imagen de archivo del papa Francisco. EFE/EPA/FABIO FRUSTACI

 

 

 





 

 

El líder de los obispos católicos alemanes Georg Bätzing expresó el sábado “cierta preocupación” por los esfuerzos de modernización que la Iglesia quiere emprender en el país después de una semana de consultas tensas en el Vaticano.

El alto eclesiástico se declaró “aliviado” porque todos los temas importantes fueron discutidos con el papa Francisco y los cardenales durante esta visita llamada “ad limina”, una reunión rutinaria de los obispos alemanes en la Santa Sede.

“Regreso con cierta preocupación”, precisó Bätzing en una conferencia en Roma.

Añadió que aun no puede saber qué “dinámica” será desarrollada para las aspiraciones de reforma en Alemania después de esta visita.

Después de los escándalos de pedofilia que mancharon la credibilidad de la Iglesia y desviaron a numerosos fieles, la asamblea de los obispos lanzó hace tres años un sínodo que debe conducir de aquí a 2023 a una modernización de la institución.

Entre los grandes temas de este sínodo, visto con mucha desconfianza por el Vaticano y también por algunos obispos alemanes conservadores, figuran el de los sacerdotes casados, así como un lugar más reservado a los laicos y a las mujeres.

Ante la creciente dificultad de reclutar nuevos sacerdotes, el influyente cardenal de Múnich, Reinhard Marx -considerado como un moderado-, se había pronunciado claramente en febrero a favor de levantar la obligación de celibato.

Durante la visita a Roma, ambos partidos se mantuvieron firmes en su posición. El Vaticano sigue oponiéndose a tal reforma, pues teme se extienda a otros países, según Bätzing.

El Papa ya criticó a los obispos alemanes por querer crear una nueva Iglesia protestante.

Refiriéndose a la cuestión de una posible ordenación de las mujeres, el Vaticano dejó en claro que tal posibilidad está “cerrada”.

El margen de maniobra de cualquier reforma sigue siendo estrecha, ya que debe recibir la bendición del papa.

AFP