Las cinco curiosidades de San Isidro Labrador

Las cinco curiosidades de San Isidro Labrador

Madrid. 09/05/2014. Reportaje tras las huellas de San Isidro. Colegiata de San Isidro donde se conserva el cuerpo incorrupto. Foto: Isabel Permuy. ARCHDC

 

Una de las grandes curiosidades, si quieren incluso contradicciones, es que el patrón de la mayor ciudad española era un agricultor. San Isidro Labrador, según la tradición, oraba mientras sus bueyes araban solos los campos de su amo, Iván de Vargas. Falleció en el siglo XII como prueba de su santidad, su cuerpo quedó incorrupto, continuando así a día de hoy, 850 años después.

Por abc.es





De hecho, este lunes se ha presentado en la Universidad Complutense de Madrid (UCM) el resultado de un estudio antropológico-forense del cuerpo incorrupto del patrón de la capital, san Isidro Labrador. Pero, más allá de este tema de actualidad, es pertinente conocer algunas curiosidades de su figura, quién fue su mujer y en qué milagros estuvo envuelto.

De hecho, este lunes se ha presentado en la Universidad Complutense de Madrid (UCM) el resultado de un estudio antropológico-forense del cuerpo incorrupto del patrón de la capital, san Isidro Labrador. Pero, más allá de este tema de actualidad, es pertinente conocer algunas curiosidades de su figura, quién fue su mujer y en qué milagros estuvo envuelto.

Quién fue san Isidro

El 15 de mayo se celebra la festividad de san Isidro, un día muy especial en la capital española al ser el patrón de la ciudad. Pero ¿cuál es el origen de este personaje? Isidro fue un labrador mozárabe nacido en el Madrid musulmán (Mayrit), a finales del siglo XI, poco antes de que sus dominios pasaran a manos cristianas. Se cuenta que vio la luz en una familia de orígenes humildes que trabajaban los campos arrendados propiedad del caballero guerrero Juan de Vargas. Los cronistas escriben que recibió el nombre de Isidro probablemente en honor a san Isidoro, un sabio y santo, Arzobispo de Sevilla en la época visigoda.

Como relata ABC en un artículo histórico, la infancia de San Isidro transcurrió en los arrabales de san Andrés, lo que hoy estaría ocupado por el céntrico barrio de La Latina, en una época considerada como la Reconquista. La inestabilidad militar de Madrid, que todavía era objetivo de los musulmanes, obligó a la familia del santo a trasladarse a Torrelaguna, donde se cuenta que conoció a su mujer, María Toribia, la cual también alcanzó la santidad con la denominación de María de la Cabeza.

Los asedios almorávides al poblado de Madrid les obligaron a escapar a la hoy localidad de Caraquiz, cerca de Uceda, lugar de origen de María, donde cuidaba la ermita de Nuestra Señora de la Piedad mientras Isidro labraba las tierras. Se data en 1119 el regreso de ambos a una casa próxima a la iglesia de san Andrés. Hasta la fecha, se data su fallecimiento el 30 de noviembre de 1172. El estudio forense presentado en la Universidad Complutense de Madrid concluye que san Isidro falleció entre los 35 y los 45 años, a causa, posiblemente, de una sepsis. La infección de origen odontógeno es la única enfermedad que se ha podido identificar en el estudio.

Cuerpo incorrupto

Por primera vez desde hace 37 años, el cuerpo incorrupto del patrón madrileño se expuso este año protegido por un metacrilato antibalas en la Real Colegiata. Esta fue la catedral de Madrid hasta que se terminaron las obras de la de La Almudena. Pero no fue el primer lugar que albergó el cuerpo de San Isidro. De hecho, primero fue enterrado en la primitiva Iglesia de san Andrés, relataba Blanco y Negro en 1933.

Exposición del cuerpo incorrupto de San Isidro, en un acto celebrado en la sacristía de la Real Colegiata, presidido por el arzobispo Casimiro Morcillo ARCHIVO ABC

 

Según aseguraban en la revista ilustrada, a los 40 años fue trasladado al interior del templo, a un mausoleo junto a los altares de los apóstoles. Ahí ya se percibió que el cuerpo estaba incorrupto, lo que incrementó su fama de santidad. La incorruptibilidad de su cuerpo es la propiedad de no descomponerse tras la muerte, aún sin ser embalsamado o preservado de forma alguna. Según el estudio forense, en el cuerpo del santo existen distintos niveles de densidad en la parte posterior de algunos huesos, junto con un nivel separado de la masa encefálica en el cráneo. Esto puede explicarse a partir de la descripción del primer enterramiento en el cementerio de san Andrés, zona acuosa por la que discurría un torrente. El cuerpo pudo haberse momificado al inicio del enterramiento por las condiciones de temperatura y humedad.

Milagros

A Isidro se le atribuyen diferentes milagros que le llevaron a convertirse en santo y patrón de la ciudad madrileña, especialmente aquellos vinculados con el agua. Por ejemplo, se dice que acabó con una sequía tras golpear con una vara unas rocas y allí surgió un manantial. Hoy en día se respeta la historia con la existencia del manantial en la Ermita de san Isidro, un lugar al que se acude a beber como tradición al estar vinculado con sus «propiedades curativas».

La figura de su mujer

La esposa de Isidro Labrador fue María Toribia, natural de Caraquiz y quien también fue canonizada como santa María de la Cabeza. Su festividad se celebra el 9 de septiembre. El sobrenombre ‘de la Cabeza’ procede de la reliquia de su cráneo, que fue venerada durante siglos, en la ermita de Torrelaguna y luego en un convento del lugar hasta que fue trasladada en 1645 a Madrid para ser colocada junto al cuerpo de su esposo en la capilla real de san Andrés. Lo cierto es que los datos históricos de María Toribia son imprecisos y se atribuyen más a la tradición. Esta cuenta que tuvo un hijo con san Isidro, al que conoció en Torrelaguna huyendo de la conquista almorávide.

Origen de su festividad

En el siglo XVI, el caballero Juan Vargas, que formaba parte de una bien estimada familia de estrato social alto para la que Isidro desempeñó su labor como labrador, comenzó a levantar una pequeña ermita en el ahora distrito de Carabanchel en honor a este último. Es así como en 1528 se inauguró la Ermita de San Isidro. Años más tarde, en 1619, se beatificó a Isidro, estableciendo como fecha de su celebración el 15 de mayo.

Este fue el punto de partida de la peregrinación de madrileños y turistas hasta la citada ermita para beber agua del manantial que allí se ubica, al que se le atribuyen propiedades curativas, dando origen a la festividad de san Isidro. Como tradición, tras el peregrinaje, se celebra un picnic en la Pradera de San Isidro, en la que los madrileños disfrutaban de las verbenas y daban rienda suelta a su gusto gastronómico. En 2021, la Comunidad de Madrid declaró la fiesta como Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de hecho cultural.