El pasado mes de noviembre se daba a conocer un nuevo informe anual del Pentágono de 2022 sobre los riesgos a los que se enfrenta Estados Unidos como nación ante el imparable ascenso de China como potencia militar. El informe reitera que el gigante asiático es el único país con la voluntad y la capacidad militar para desafiar el “orden mundial” liderado por Estados Unidos, aunque, para ello, aún habrá que esperar, pues no será hasta el año 2049 cuando el gigante asiático tenga la capacidad de intimidar y de luchar contra las Fuerzas Armadas de Estados Unidos de igual a igual.
Por La Razón
Y mientras ese momento llega, Estados Unidos sigue avanzando en el desarrollo de su industria armamentística y muy especialmente la aeronáutica. Si el viernes, 2 de diciembre, se presentaba oficialmente el bombardero sigiloso B-21 Raider y poco a poco se van sabiendo detalles del caza de sexta generación que ya están preparando, también se empieza a vislumbrar el resultado del Future Attack Reconnaissance Aircraft (FARA), que tiene como fin elegir una plataforma sobre la que construir el futuro helicóptero de combate del Ejército de Estados Unidos.
De los “competidores” en liza, el que más posibilidades tiene a priori es el Raider X, un helicóptero táctico ligero capaz de transportar seis soldados y armas externas que redefinirá el vuelo en este tipo de aparatos durante el siglo XXI. La compañía encargada de este modelo, que está prácticamente completado, es Lockheed Martin a través de su filial especializada en helicópteros Sikorsky: «Este prototipo se basa en la amplia experiencia de la empresa en el desarrollo de sistemas de armas innovadores utilizando las últimas técnicas digitales de diseño y fabricación. Estos avances permitirán al Ejército no solo reducir el coste de adquisición, sino también actualizaciones rápidas y asequibles para mantenerse por delante de la amenaza», dijo Jay Macklin, director de desarrollo de negocios de Sikorsky Future Vertical Lift.
Por lo que se sabe hasta ahora del Raider X, tendrá una velocidad punta de 215/220 nudos (425 kilómetros por hora), muy por encima de rivales directos estadounidenses como el Bell 360 Invictus o el AH 64 Apache, con lo que se convertirá en el helicóptero de combate más rápido del mundo.
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