La historia de la tienda de Los Beatles: inversión millonaria que fracasó y terminó con saqueos

La historia de la tienda de Los Beatles: inversión millonaria que fracasó y terminó con saqueos

Una multitud quiere ingresar a la Apple Boutique. Es el 31 de julio de 1968, el último día que estuvo abierta. la policía debió intervenir para evitar saqueos y destrozos (Photo by Bob Aylott/Keystone/Hulton Archive/Getty Images)

 

Hace 55 años, la banda inauguraba un local en Londres. La llamaron la Apple Boutique y cerró apenas 8 meses después de la apertura. El agitado último día en el que debió intervenir la policía

Retorciendo un poquito los hechos, pero sin necesidad de mentir, podríamos decir que fue el primer Apple Store. Lo que no está sujeto a interpretaciones es que se trató del primer gran fracaso de los Beatles.

Por Infobae

Era un tiempo en el que, justificadamente, todo lo que los Beatles hacían se convertía en un éxito fenomenal. Hasta que se les ocurrió este emprendimiento.

En 1967 decidieron poner un negocio en una esquina londinense: The Apple Boutique. Un negocio en el que venderían ropa, muebles y accesorios que, todos suponían, los jóvenes se pelearían por comprar. Eran los músicos más famosos y exitosos del planeta y desde su aparición habían cambiado para siempre, no sólo la música, sino la cultura pop (y muy probablemente en esa frase sobre el “pop”).

Pero nada salió cómo esperaban. Una situación podría resumir lo sucedido. Centenares de jóvenes, tal vez más de un millar, se agolpan en la puerta del negocio; la fila se desarma, hay empujones, apretujamientos: el deseo de entrar al local, la desesperación por hacerse con alguna prenda, hace que no se respete la convención social de las colas ni los turnos de llegada. Todos intentan pasar por encima de los otros. Esa imagen es del último día de vida de la tienda. Meses después de su apertura los Beatles decidieron cerrar las puertas del negocio que se había convertido un motivo del drenaje permanente de fondos. Y con el anuncio del cierre, informaron que le regalarían una prenda a cada uno de los que asistiera durante el último día. La muchedumbre fue convocada por el fracaso y la gratuidad.

El local se encontraba en el número 94 de Baker Street. No estaba cerca de los centros de la moda y del diseño pero ese detalle no les pareció demasiado importante. El público acudiría a cualquier lugar para consumir lo que los Beatles pusieran a la venta.

Los motivos de este emprendimiento, lo que empujó a los Beatles a embarcarse en este territorio conocido, fue el consejo de Clive Epstein, uno de sus asesores financieros. Sería más apropiado decir: el mal consejo. Les dijo que debían gastar el dinero que habían recaudado en el último tiempo, que debían reinvertirlo si no querían que el gobierno se lo quedara a través de los impuestos.

El mural psicodélico pintado en la fechad del edificio por el colectivo The Fool. Los comerciantes de la zona hicieron denuncias y la obra debió ser tapada con pintura blanca (Photo by E. Milsom/Evening Standard/Hulton Archive/Getty Images)

 

El problema fue que más que un consejo se trató de una orden. Los cuatro músicos reunidos a solas comenzaron a tirar ideas disparatadas sobre qué negocio emprender. Paul propuso vender solo porcelana china. Finalmente se impuso la Apple Boutique. Pero el concepto no estaba demasiado definido. Los rodeaba un aura de invencibilidad que les permitía creer que el fracaso era imposible.

Para el diseño contrataron a The Fool, un colectivo creativo con sede en Amsterdam de gran fama por esos días. El primer contacto había sido a través de George Harrison. Le habían decorado su nueva casa y un Mini Cooper que se había comprado. Después participaron de la ambientación de la grabación de All You Need is Love. Le pagaron 100.000 Libras Esterlinas por sus servicios (era una pequeña fortuna, casi 2.500.000 de dólares actuales) que incluían el diseño de lo que se fuera a vender, la puesta a punto de la propiedad y para que aprovisione de mercaderías el lugar.

Después de encontrar el local, The Fool contrató a doce estudiantes de arte para que pintaran un enorme mural psicodélico que cubriera las paredes exteriores de los tres pisos del edificio de fines del siglo XVIII en el que estaba el negocio. La pintura era impactante por sus colores y por el menjunje de imágenes que combinaban lo espiritual, lo hindú, la luna y diversas referencias cósmicas e interplanetarias. Los comerciantes de la zona se asustaron. Creyeron que los Beatles arrasarían con sus ventas y que los fans arrasarían con la paz del lugar. Hicieron presentaciones ante las autoridades de la ciudad para que el mural fuera tapado. Lo consiguieron.

 

El hecho fue interpretado como una buena señal: les temían y habían conseguido difusión en los medios de manera gratuita con la cobertura del módico escándalo. Pero también podrían haber considerado que se trataba de un mal augurio, que ni bien empezaban a moverse ya surgían problemas y que no se iba a poder hacer las cosas de la manera en que ellos habían planeado. El colorido y psicodélico mural fue tapado por una sobria pintura blanca, unos toldos cuadriculados y la palabra Apple escrita en cursiva.

El 5 de diciembre de 1967 se realizó la fiesta inaugural. Decenas de fotógrafos y de curiosos esperaban para ver pasar a los Beatles, con la ilusión de lograr un autógrafo o una foto. Los únicos de los miembros de la banda que concurrieron fueron John y George. Ringo estaba fuera de Inglaterra; filmaba una película en Italia. Paul estaba de vacaciones en Escocia y no regresó para el evento.

En la fiesta sólo se tomó juego de manzana. No se trató de que los Beatles estuvieran en un periodo de abstinencia ni que habían decidido hacer vida sana. El local no tenía habilitación para que hubiera bebidas alcohólicas y no querían tener un nuevo inconveniente antes de abrir las puertas al público. Fueron muchas las celebridades que concurrieron: Eric Clapton, Jack Bruce, Kenneth Tynan, modelos, actores. Salieron en las revistas mordiendo una manzana que era el símbolo del lugar y de las empresas Beatles.

La inauguración al público fue dos días después, el 7 de diciembre de 1967.

Apenas inaugurada la Apple Boutique, varios londinenses miran extrañados los productos en venta en el negocio de los Beatles (Photo by Evening Standard/Hulton Archive/Getty Images)

 

John estaba en contra de que se identificara al emprendimiento como una boutique. No vendían sólo ropa y tampoco eran sólo un local comercial. Era mucho más que eso. Pero, como en este proyecto todo salió mal, ni siquiera logró eso. Más allá de los deseos de Lennon y de sus amigos, esta aventura beatle pasó a la historia como la boutique Apple.

Vendían ropa, libros, joyas, música, objetos espirituales, instrumentos, pinturas y muebles. Predominaban los diseños psicodélicos y con motivos orientales. Todo era muy colorido. Cada tanto, en las grandes casas de remates internacionales, aparece alguna mesa o alguna silla salida de la Apple Boutique que es vendida por cientos de miles de dólares.

La Apple Boutique fue el único negocio en el que todo estaba en venta. Cada elemento que del salón podía ser adquirido. Paul resumió el concepto del lugar en una frase: “Un lugar hermoso en el que gente hermosa compre cosas hermosas”.

Nombraron encargados del lugar a dos personajes cercanos a ellos. Peter Sholton era un amigo del colegio de John Lennon y Jennie Boyd era la cuñada de George.

John dijo que no eran unos extravagantes que hacían negocios sino artistas que habían puesto un local. Quería aclarar que la idea inicial, pese a los resultados, no era tirar el dinero. Sin embargo, algunas de las decisiones fueron inexplicables. Por ejemplo, que las etiquetas de cada prenda fueran de seda hizo que en algunos casos, esas etiquetas fueran más caras que el resto de la pieza en venta.

La aventura de la Apple Boutique fue (demasiado) breve. Cerró definitivamente el 31 de julio de 1968. Perdía demasiado dinero por mes. Nadie entendía bien por qué había sucedido tamaño desastre financiero. Habían tenido mucha prensa, el flujo diario de público era altísimo y la mercadería –exclusiva- debía ser repuesta con regularidad. Los encargados del negocio adujeron que el verdadero motivo de las pérdidas y del cierre fueron los robos. Tanto los clientes como los empleados robaban una gran cantidad de mercadería. Una especie de efecto cascada: empezaron los clientes y los empleados consideraron que como el negocio era de los Beatles no correspondía llamar a la policía ni ejercer la mano dura. De eso a que pasaran ellos a llevarse cosas a su casa o que permitieran a amigos a tomar lo que quisieran hubo un paso pequeño.

Una multitud espera para ingresar a la Apple Boutique y llevarse alguna mercadería gratis en el último día de la tienda (Photo by Cummings Archives/Redferns)

 

Lo cierto es que en esos poco menos de ocho meses las pérdidas habían sido cuantiosas. Más de 200.000 Libras de la época (casi 4 millones de dólares actuales). Alguien con mucho criterio decidió su cierre.

La noche anterior al cierre, los cuatro Beatles con sus esposas y novias, pasaron por la boutique y se llevaron todo lo que les interesó.

Al día siguiente un aviso publicitario en uno de los principales diarios londinenses avisaba del cierre de la tienda e invitaba al público a retirar un objeto o una prenda gratis por persona.

En el momento de abrir las puertas una multitud esperaba en la vereda. Pugnaban por entrar y llevarse lo que pudieran. La premisa de una prenda o producto por persona quedó olvidada rápidamente. El barrio se convulsionó. La presión de la gente se volvió insostenible y la policía tuvo que intervenir para evitar desmanes y destrozos. La gente desesperada se llevaba lo que podía. Más que un paseo en el que cada una se llevaba algo como recuerdo se pareció a un saqueo.

La Apple Boutique fue el primer gran traspié comercial de la banda. Los discos siguieron siendo exitosos y provocando una pequeña revolución artística, un paso adelante, en cada aparición. Pero Apple, la empresa que crearon, se expandió como discográfica, productora cinematográfica y varias divisiones más de negocios. Lo que las emparentó es que todas finalizaron con quebrantos económicos.

 

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