En términos generales, no es posible prevenir el cáncer en todos los niños del mundo, sin embargo, las cifras ratifican que hay una alta probabilidad de salvarlos; en países de altos estudios, más del 80% de los niños afectados de cáncer se curan, según la Organización Mundial de la Salud, OMS.
Lamentablemente este no fue el caso de Samuel, un niño de diez años que ingresó a una clínica (creyendo que solo tenía un leve malestar) y en menos de una semana, se complicó hasta que ya no pudieron hacer nada al respecto. Esta enfermedad acabó con la vida del menor en tan solo cinco días, luego de haberlo diagnosticado.
El Universal recibió el testimonio de Andreina López Chávez y Carlos Barrios, la joven pareja de esposos cartageneros que batallaron junto a su hijo Samuel el duro proceso de un cruel diagnóstico. Hoy relatan cómo se originó este percance, y cómo esta tragedia ha sido una gran motivación para ayudar a otros niños con cáncer.
Lo ocurrido con Samuel aún no cumple los seis meses, y resulta sorprendente ver como en medio del dolor, pero ya sin aquella incertidumbre, la familia Barrios López no se rinde, y han decidido pelear contra el cáncer infantil.
Andreina ya no es pelinegra, se cortó el cabello y lo tinturó de banco. Es otra persona, con una visión de la vida diferente, pero nunca dejará de ser la mamá de Samuel. Aunque perdió a su hijo, se niega a la idea de que esto ocurra con otros niños más. En medio del duelo, ha buscado la forma de construir poco a poco una fundación para ayudar a las víctimas infantes del cáncer.
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