Avances científicos: nueva técnica permite seleccionar espermatozoides para elegir el sexo del bebé

Avances científicos: nueva técnica permite seleccionar espermatozoides para elegir el sexo del bebé

Una nueva técnica permite seleccionar espermatozoides para elegir el sexo del bebé / Freepik

 

 

 





Seleccionar el sexo del bebé o, al menos, aumentar significativamente las posibilidades de que sea niño o niña en función de los deseos de sus padres. Se trata de una idea controvertida. Pero es precisamente esto lo que permite una nueva técnica que ha probado un grupo de investigadores y que se publica hoy en la revista Plos One. Esta solución pasa por seleccionar los espermatozoides, algo que ya se había probado y efectuado con anterioridad. Sin embargo, el nuevo procedimiento, dice el trabajo, es “más ético, más preciso y seguro” porque no afecta a la carga genética del embrión resultante.

Por La Razón

Si bien hay países en los que está prohibido seleccionar el sexo del bebé, salvo por contadas causas médicas como la prevención de enfermedades ligadas a los cromosomas sexuales, en otros países, como en Estados Unidos, esta práctica está permitida. De allí procede esta investigación que asegura que “las parejas que se sometan a tratamientos de fertilidad pronto podrán elegir el sexo de su bebé con un 80% de probabilidades de éxito”.

Para comprobar la eficacia de este método, más de 1.300 parejas se sometieron a él. A grandes rasgos, este consiste en clasificar los espermatozoides utilizando un gradiente de densidad multicapa. Esta técnica permite que partículas de distintos tamaños se separen en función del peso. ¿El secreto? Los espermatozoides que contienen un cromosoma X (femeninos) son ligeramente más pesados que los que contienen un cromosoma Y (masculinos).

“Es un concepto muy sencillo; los espermatozoides más ligeros suben a la parte superior mientras que los más pesados van hacia el fondo”, explica el doctor Gianpiero Palermo, autor del estudio, y profesor de embriología en obstetricia y ginecología en Weill Cornell Medicine de Nueva York.

A continuación, los investigadores seleccionan el espermatozoide en función de lo que quieran los padres y lo inyectan en el centro del óvulo. Este procedimiento es ya conocido y se denomina inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI). En el grupo de estudio, “los espermatozoides se movían bien, y la técnica de selección no perjudicó a los espermatozoides de ninguna forma”, afirma Palermo. “La salud de los niños está bien hasta ahora, y eso es tranquilizador”. No se observaron retrasos en el desarrollo a los 3 años de edad.

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