El rodio, un metal estratégico que no aparece en las cuentas del BCV

El rodio, un metal estratégico que no aparece en las cuentas del BCV

Vista de la sede principal del Banco Central de Venezuela (BCV). EFE/MIGUEL GUTIÉRREZ

 

 

La explotación de rodio en estado Bolívar es obvia y evidente. Cientos de camiones cargados de escombros, tierra, arenilla, piedras y hasta barro se desplazan al otro lado de la frontera con Colombia o trasvasan la carga a chalanas que se remontan Meta arriba. Otros, descargan en barcos en Matanza que zarpan rumbo al Atlántico. Rodio crudo, no refinado. Combinado con cobre, platino, níquel, paladio o tierras raras en proporciones variadas. Sin condiciones para que no sea registrado en la contabilidad del Ministerio de Finanzas ni en los ingresos del Seniat, tampoco se les ha guardado espacio en las bóvedas del BCV.





Por EL NACIONAL

Materia prima en movimiento. El rodio no presenta guías en las alcabalas como los transportistas de hortalizas, pollos y reses, pero es una actividad rigurosamente controlada, gramo por gramo. Opera una combinación de formas legales, semilegales y otras, totalmente fuera de cualquier control estatal. Siendo un subproducto de poco volumen, tiene un altísimo valor en el mercado. Puede costar diez veces más que el oro.

Sus usos son muy limitados, y en muy pequeñas cantidades, pero es muy escaso y su manejo presenta muchas dificultades. Es inflamable, explota si el polvo se mezcla con agua, es altamente tóxico y carcinógeno. Su extracción, como cualquier otra minería, causa graves daños al ambiente, sobre todo al agua y al suelo, además de destruir los bosques y la biodiversidad.

Se usa en joyería en los proceso de acabado, en la electricidad en contactos, en la fabricación de vidrio y de espejos, como cobertura anticorrosiva en vuelos espaciales, para producir ácido nítrico, colorear cerámica, como aditivo de la fibra de vidrio, como resistencia en hornos eléctricos, pero sobre todo en el catalizador de los vehículos con motor de explosión interna, sean de gasolina o gasoil. El convertidor catalítico que posee platino, rodio o paladio es hasta ahora la única solución viable para el control de los óxidos nitrosos (NOx) que emiten los motores de explosión interna.

Excelente conductor eléctrico, se utiliza en los contactos de las baterías de litio de los automóviles eléctricos y en la industria espacial y la misilística hipersónica, también en la industria farmacéutica como un poderoso catalizador y hasta en la manufactura de mentolados.

En el Plan Minero 2019-2025, uno de los 15 motores del régimen para la generación de divisas, prioriza oro, diamantes, hierro, carbón, níquel, coltán (columbita-tantalita), fosfato, feldespato, bauxita, mármol, granito y caliza. No menciona al rodio, puesto que para la fecha de su elaboración todavía su descubrimiento se mantenía en secreto.

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