Tras alcanzar un acuerdo temporal de financiamiento, el Congreso estadounidense deberá atender importantes asuntos que amenazan con reavivar tensiones.
Mantener la asistencia a Ucrania ante la oposición de sectores republicanos liderados por Marjorie Taylor Greene será prioritario.
No obstante, Joe Biden también deberá lidiar con demandas migratorias de la minoría opositora.
Pese a advertir sobre la necesidad de sostener los fondos a Kiev, Janet Yellen enfrenta cuestionamientos sobre la supervisión de esos recursos.
Internamente, el acuerdo expuso grietas en el partido de Biden.
El líder de la Cámara Baja, Kevin McCarthy, se debilitó al ceder en demandas fronterizas y ahora es blanco de críticas de sectores radicalizados liderados por Matt Gaetz.
Con la división republicana escalando, el futuro de McCarthy pende de una moción de censura.
Mientras, a Biden le aguardan nuevas disputas para dar continuidad a las finanzas sin caer en un cierre de actividades.
Con información de EFE