La dolorosa historia de Milli Vanilli: del mayor fraude de la historia musical a las nuevas revelaciones

La dolorosa historia de Milli Vanilli: del mayor fraude de la historia musical a las nuevas revelaciones

El dúo pop Milli Vanilli cometió fraude y le fue retirado el premio (Twitter/@idiolscpop)

 

 

 





Tuvieron todo y se quedaron sin nada. Millones de discos vendidos, fama y hasta premios. Pero al final fueron condenados, se convirtieron en sinónimo de fraude. Se los señaló como los responsables del peor engaño de la industria musical. Los integrantes de Milli Vanilli pagaron un precio demasiado alto (y demasiado solitario). Lo que podría haber sido una historia de superación y éxito terminó convertido en un oscuro cuento de frustración, dolor y muerte.

Matías Bauso // INFOBAE

En medio del vendaval del éxito, de los millones de discos vendidos, de la gira, de la presencia permanente en MTV, los premios, la fama, las tapas de revistas, las drogas buenas y las chicas lindas, Rob Pilatus, uno de las mitades visibles de Milli Vanilli, dijo en una entrevista: “No hay que ocuparse tanto de las estrellas. Miro para atrás y hay muchas súper estrellas que hoy no veo. A nosotros no podría pasar lo mismo”.

Revelaciones sobre el fraude musical

Pocos días atrás, la plataforma Paramount+ subió Milli Vanilli, el documental dirigido por Luke Korem en el que se relata la historia de la agrupación musical que tuvo un breve reinado en el mundo del pop a fines de los ochenta antes de sucumbir y transformarse en sinónimo de fraude en la industria musical. Una de sus virtudes es contar con el testimonio de muchos de los que tuvieron que ver con este producto de laboratorio (o de estudio de grabación). La secretaria y mano derecha del productor, del cerebro del grupo, Frank Farian; las coristas, algunos de los que prestaron sus voces para el disco, ejecutivos de la discográfica; especialistas. Y especialmente la de Fabrice Morvan, el único Milli Vanilli sobreviviente.

A Morvan se lo ve muy bien. El mismo pelo, la misma sonrisa, buen estado físico, nadie podría pensar que ya pasaron 35 años de su aparición y que luego el mundo se desplomaría sobre su cabeza.

“Rob y yo no fuimos tratados con imparcialidad. Éramos los únicos investigados. Los guardianes, la discográfica, los managers, la empresa de relaciones públicas, el productor, todos corrieron al bosque a protegerse”, se queja Morvan en el documental.

La historia del grupo

Morvan, escapando de una infancia de maltratos y abusos, llegó a Munich a mediados de los años 80. Durante un tiempo durmió en las calles, buscando alguien que lo cobijara. Encontró su lugar en las pistas de bailes de algunos boliches nocturnos. Era un gran bailarín. Allí conoció a Rob Pilatus. Se hicieron amigos. Tenían muchas cosas en común: un pasado traumático (Rob había sido abandonado y luego adoptado), eran de raza negra y parecían tocados por el dedo de Dios cuando se ponían a bailar. Rob deslumbraba con la moda del momento: el breakdance. Comenzaron a bailar en los boliches de moda de Múnich y se convirtieron en una sensación local. Forman una banda: Empire Bizarre. Pero el objetivo de hacerse millonarios y alcanzar la fama todavía está muy lejos. Sus canciones son mucho más débiles que su energía escénica.

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