Burnout de Fin de Año: seis estrategias para gestionar el estrés laboral durante diciembre

Burnout de Fin de Año: seis estrategias para gestionar el estrés laboral durante diciembre

La frustración, irritabilidad y negatividad en el trabajo pueden ser indicativos de estrés crónico y agotamiento laboral (Imagen ilustrativa Infobae)

 

El cierre del año trae consigo una gran carga de estrés producida por una agenda colmada de innumerables reuniones y compromisos, la presión por alcanzar los objetivos proyectados, los balances que agobian, tanto a nivel profesional como personal, todo esto sumado al pico de actividades escolares y familiares y a un contexto de incertidumbre económica que agrava aún más la situación.

Por Infobae





La Organización Mundial de la Salud (OMS) define formalmente al síndrome de burnout como un estado general de agotamiento físico, emocional y mental, resultado de situaciones de estrés crónico en el ámbito laboral.

Este cuadro, de acuerdo a la entidad sanitaria, “se caracteriza por tres dimensiones: sensaciones de agotamiento o agotamiento de energía; mayor distancia mental del trabajo, o sentimientos de negativismo o cinismo relacionados con el trabajo; y reducción de la eficacia profesional”.

De acuerdo a los especialistas, la salud mental en el trabajo atañe al bienestar general de las personas en su lugar de ocupación, incluida su capacidad de lidiar con el estrés, mantener relaciones positivas y lograr realizarse en su rol profesional. La violencia, el abuso verbal, el mobbing y el acoso pueden tener un impacto significativo en la salud mental de las personas en el lugar de trabajo, lo que conlleva resultados negativos tanto para los empleados como para las organizaciones y la sociedad.

Señales de alerta

Estos son los 5 factores más importantes identificados por los expertos en gestión del talento de Randstad para detectar si nos encontramos ante un caso de burnout:

1. Fatiga crónica, problemas de sueño y afecciones de salud. Un indicador claro de estar padeciendo burnout es la sensación constante de cansancio, incluso después de un buen descanso, y en los casos más graves, la aparición de insomnio y dificultades para conciliar el sueño. La persona que sufre de estrés crónico también puede ver afectada su salud de distintas maneras. Pueden presentarse cambios en el apetito, derivando en una pérdida o aumento significativo de peso. Asimismo, pueden padecerse dolores de cabeza o de estómago recurrentes, gastritis, acidez, entre otras afecciones asociadas al malestar emocional.

2. Falta de concentración y descenso del rendimiento. El cansancio extremo también puede llevar a las personas a manifestar dificultades para la toma de decisiones en su lugar de trabajo. Una decisión correcta y efectiva requiere de claridad de pensamiento y de un gran nivel de concentración, habilidades que se ven seriamente afectadas bajo los efectos del burnout. Todo esto lleva a una baja en la productividad y a que las responsabilidades laborales diarias se vivan como un gran peso.

Para leer la nota completa, aquí