Qué es y cómo opera Isis-K, el cada vez más violento y audaz grupo terrorista que atacó en Moscú

Qué es y cómo opera Isis-K, el cada vez más violento y audaz grupo terrorista que atacó en Moscú

Los terroristas que perpetraron el ataque en msocú el viernes 22 de marzo de 2024

 

 

 

Hasta el último viernes los talibanes afganos eran los que mejor conocían la brutalidad del Estado Islámico de Khorasán (ISIS-K). Ahora, tras el ataque en Moscú, el mundo se topa con una realidad: la expansión de un grupo terrorista audaz y cada vez más violento.

Fernanda Kobelinsky 

ISIS-K, una facción “halcón” del Estado Islámico, se ha adjudicado la responsabilidad del atentado en la sala de conciertos Crocus City Hall en el que fueron asesinadas más de 130 personas. El grupo se encargó de publicitar la matanza: emitió un comunicado por Telegram el mismo día, ayer subió fotos de sus yihadistas y en la últimas horas difundió un escalofriante video en el que, versionando la brutales decapitaciones a rehenes por-occidentales en Siria o Irak de sus comienzo allí por 2014, muestra cómo masacraron a los rusos que asistían a un espectáculo en la sala de conciertos Crocus City Hall.

Si bien el grupo ya había atacado fuera de Afganistán, donde tiene su base de operaciones, el ataque en Moscú es su irrupción global.

ISIS-K emergió en 2015, creado por terroristas disidentes que adoptaron una interpretación más extrema del Islam. Son sunnitas, la rama mayoritaria del Islam, y desprecian explícitamente a los shiitas, mayoría en Irán. La versión anterior de ISIS buscaba formar un Califato independiente con partes de Siria e Irak, la reconstrucción de la provincia milenaria del Khorasan, por eso sumaron la “K” a sus siglas.

Según explican expertos del Willson Center, por aquel entonces, los objetivos del grupo y la geografía declarada de sus operaciones eran muy amplios. Abogando por atentados con víctimas masivas contra civiles y Estados, el grupo pretendía derrocar al Gobierno paquistaní, castigar al Gobierno iraní por ser “vanguardia” de los chiíes y “purificar” Afganistán, tanto desbancando a los talibanes afganos como principal movimiento yihadista en Afganistán como castigando a grupos minoritarios, como los hazaras.

De acuerdo con Asfandyar Mir, experto del think tank, para lograr sus objetivos el ISIS-K reclutó al grupo insurgente pakistaní Tehreek-e-Taliban Pakistan, al debilitado Al Qaeda en Afganistán y Pakistán y a los talibanes afganos posteriores a Mullah Omar. También aprovechó una minoría sectaria crucial de salafíes en el este de Afganistán y se sirvió de sus redes rurales para hacerse con el control territorial en las provincias de Nangarhar y Kunar.

A pesar de que en 2021 sus cifras de combatientes disminuyeron a 1.500 – 2.000 yihadistas, la organización terrorista ha demostrado una resiliencia notable, perpetrando ataques muy mediáticos, como el atentado suicida en el aeropuerto internacional de Kabul en agosto de 2021, que mató a 13 soldados estadounidenses y a cerca de 170 civiles.

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