Toxicidad en redes sociales: un problema de humanos y no de las aplicaciones, según estudio

Toxicidad en redes sociales: un problema de humanos y no de las aplicaciones, según estudio

Foto de Josh Withers en Unsplash

 

Los comportamientos negativos en estas plataformas no son un problema de la actualidad, sino que es algo que se ha dado desde hace años

Muchos usuarios culpan a las redes sociales de fomentar la toxicidad en línea, pero un nuevo estudio publicado en Nature demuestra que, a pesar de todas las herramientas de privacidad implementadas, este problema no reside en la tecnología, sino que es un fenómeno inherente a los humanos.

Por Infobae

El estudio, dirigido por el profesor Walter Quattrociocchi de la Universidad de La Sapienza en Roma, analizó más de 500 millones de interacciones en línea a lo largo de 34 años en ocho plataformas diferentes.

Uno de sus principales hallazgos, es que, contrario a la creencia popular, la toxicidad en las redes sociales no es un fenómeno exclusivo de la era digital. El investigador y su equipo descubrieron que ciertos comportamientos humanos, incluida la toxicidad, persisten a lo largo del tiempo, independientemente de los cambios en las plataformas y las normas sociales.

Esto sugiere que la raíz del problema no está en la tecnología en sí, sino en la manera en que los usuarios interactúan en línea.

“Este estudio indica que, a pesar de los cambios en las redes y las normas sociales con el tiempo, ciertos comportamientos humanos, incluida la toxicidad, persisten. La toxicidad está intrínsecamente ligada al comportamiento humano y no es un fenómeno exclusivo de las redes sociales modernas”, explica Quattrociocchi.

Comportamientos tóxicos en la humanidad

Los resultados desafían la idea de que la toxicidad aleja a los usuarios de una plataforma. Según el estudio, el comportamiento de las personas en conversaciones tóxicas y no tóxicas es sorprendentemente similar en términos de participación. Esto sugiere que la toxicidad no necesariamente disuade la participación como comúnmente se supone.

El motivo por el que surge esta situación tiene una respuesta directa: así es la naturaleza de la humanidad. En un entorno donde los usuarios no detectan otros indicios de actitud como los gestos o el tono de voz, la toxicidad puede manifestarse más fácilmente.

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