Monseñor Moronta: Con la verdad, no con la mentira, alcanzaremos la auténtica libertad

Monseñor Moronta: Con la verdad, no con la mentira, alcanzaremos la auténtica libertad

Monseñor Moronta: Con la verdad, no con la mentira, alcanzaremos la auténtica libertad

 

 

Con motivo de la celebración de los 424 años de Nuestra Señora de La Consolación de Táriba, este jueves nuevamente centenares de peregrinos veneraron a la Patrona del Táchira en el municipio Cárdenas, donde se llevó a cabo una misa pontifical presidida por monseñor Mario Moronta, obispo de la Diócesis de San Cristóbal, quien en su homilía asemejó a la Iglesia como la madre y la maestra de los hijos de Dios.





Luz Dary Depablos / Corresponsalía lapatilla.com

“La Iglesia se presenta como la madre que va pariendo hijos a lo largo del tiempo”, manifestó.

“Quizás, por ser otra época, no se tenían los condicionamientos de la actualidad ni la desvalorización de la maternidad, producto de la ideología de género con la que se está pretendiendo destruir la idea de familia, de la seria paternidad y maternidad, y del matrimonio. Ofender a la madre era algo gravísimo, pues era atentar contra su dignidad y menospreciar a la propia mamá. Se tenía, de verdad, respeto a la madre, y se le consideraba modelo de alegría y constancia, aun en los momentos de dolor y de tristeza; eran las grandes consoladoras. Su autoridad no era cuestionada y su imagen siempre nos acompañaba, estuviéramos donde estuviéramos”, expresó Moronta iniciando la homilía.

Dijo que la Iglesia se preocupa de cada uno de sus hijos, “por los buenos que cumplen los mandatos del Señor, pero también los pecadores a quienes busca para purificarlos, perdonarlos e incorporarlos al cuerpo de Cristo”.

Igualmente, exclamó que “con la verdad, no con la mentira, no con el engaño, alcanzaremos la auténtica libertad de los hijos de Dios. Podrán engañarnos, pero no podrán quitarnos la libertad”.

Monseñor Moronta destacó que la Iglesia siempre ha sufrido persecuciones por presentar la verdad con ánimo y decisión. Recordó que ha sido perseguida desde los primeros siglos, asimismo como en la actualidad. “Un ejemplo muy cercano a nosotros que tenemos es una Iglesia hermana, bella, bonita, que está sufriendo: laIiglesia que peregrina en Nicaragua sometida a la persecución de los tiranos”.

“Este no es un tiempo para la resignación, este es un tiempo para consolar, para darnos fuerza, para permanecer fieles en la fe, actuantes en el amor y decididos en la esperanza”, señaló.

“Todo lo que se haga en contra o a favor de un hermano, se le hace a la misma Iglesia que sigue el ejemplo del Señor (…) Lo que se haga de bien será para la gloria de Dios, y lo que se haga de mal, el Señor lo tendrá en cuenta para recordarnos lo del juicio final”, expresó el obispo de San Cristóbal.

“Venezuela se nos presenta también como la madre, la maestra y la consoladora de sus hijos, nacidos en sus tierras o adoptados por haber migrado a ella. Venezuela es una madre y la madre se respeta. Es la madre capaz de engendrar hijos para un futuro promisor y con quien comparte sus alegrías y sufrimientos”, enfatizó.

También esos sufrimientos se representan en “las lágrimas de dolor y de tristeza al compartir los dolores de los hijos perseguidos por la justicia o que han tenido que migrar hacia tierras desconocidas”.

Citó la estrofa del Himno Nacional para hacer referencia a Venezuela. “Gloria al bravo pueblo que el yugo lanzó, la ley respetando la virtud y honor. ¡Abajo cadenas!, gritaba el señor, y el pobre en su choza libertad pidió”, recibiendo fuertes aplausos de la feligresía.

También mencionó que un candidato presidencial de un país decía que todos los venezolanos que estaban yendo a ese país “son unos ladrones y unos asesinos. Que rinda cuentas ante Dios, porque todos venezolanos no somos ni asesinos ni ladrones ni mala gente”, aclaró.

Por otra parte, al culminar la eucaristía fue abordado por un grupo de periodistas sobre los recientes señalamientos que ha recibido por parte de algunas personas, quienes se atrevieron a compararlo con un zamuro.

“Me compararon con un zamuro hace poco, pues yo no soy zamuro ni nada de estas cosas. Si pensar diverso eso implica el que alguno me ofenda, yo voy a responder no con una ofensa, sino con una oración de perdón”, manifestó.

“Yo los perdono y que se pongan a ver la realidad. Si demostraran que yo soy un zamuro, yo soy el primero que iría al Récord Guiness, porque no lo soy. Hay un dicho que dice que cada ladrón juzga según su condición, yo no quiero decirlo, pero es lo que provoca”, puntualizó monseñor Moronta.