ABC: La UE se resigna a que Nicolás Maduro se mantenga “sin legitimidad”

ABC: La UE se resigna a que Nicolás Maduro se mantenga “sin legitimidad”

La Unión Europea asume que la dictadura venezolana no presentará nunca las actas de los resultados de las elecciones y, sin embargo, excluye incrementar las sanciones hacia los máximos dirigentes del régimen y se resigna a que Nicolás Maduro siga en el poder «de facto». Los ministros europeos de Exteriores han discutido sobre la situación en este país después del fraude electoral del pasado 28 de julio incluyendo una intervención por videoconferencia del candidato opositor Edmundo González, considerado como el claro vencedor de la votación.

Por abc.es





El Alto Representante, Josep Borrell, dijo al término de la reunión que Edmundo González había «presentado una serie de elementos que indican que él tiene un apoyo mucho mayor que el que tiene Maduro» y que «un mes después de las elecciones, perdemos la esperanza de que Maduro presente las actas», por lo que «no podemos aceptar su legitimidad como presidente electo». En este sentido, los ministros de Exteriores de la UE «han decidido que no tiene la legitimidad democrática» y que «será presidente de facto, pero sin legitimidad democrática».

Cuando fue preguntado sobre qué significa esa consideración concreta, respondió explicando que «es la consecuencia lógica de decir que la victoria electoral que proclama Maduro no ha sido probada y si no creo que ha ganado las elecciones, no le reconozco la legitimidad que dan las elecciones. Quiere decir que no lo consideramos como un presidente elegido democráticamente y en cada caso eso tendrá consecuencias». La formulación de esta posición incluye el hecho de que no haya habido un acuerdo para proclamar, al contrario, que si las elecciones no las ha ganado el dictador, tiene que haber sido vencedor Edmundo González, por lo que esta victoria no se reconocerá explícitamente.

Así, más adelante el Alto Representante insistió en recalcar que de un modo u otro, la UE se resigna a que Maduro continúe en el poder, a pesar de todo. «En diplomacia no se reconocen gobiernos sino Estados, que tienen gobiernos ‘de facto’ o ‘de jure’. Hay muchos casos en el mundo que no se les reconoce la legitimidad democrática, pero existen. ¿Reconocemos la legitimidad democrática de Daniel Ortega? Por supuesto que no. Pero tenemos embajadas y tenemos relaciones» con Nicaragua.

También se descarta por ahora incrementar el nivel de sanciones que pesan sobre los dirigentes del régimen, porque tendrían que señalar directamente a Maduro. «Tenemos ya 55 sancionados; entre ellos la vicepresidenta que ahora es también ministra del Petróleo, y al que ahora es ministro del Interior. Hemos llegado ya casi hasta la cúpula mas alta. Casi se puede decir que solo faltan Maduro y Rodríguez, y pocos más. Mas sanciones personales llevaría directamente a lo alto de la cúspide y por eso los países han pensado que es mejor ver como se desarrollan los acontecimientos».

Mantener la unidad

En cuanto a posibles soluciones, por ahora todo está centrado en las gestiones de Brasil y de Colombia «para una transición democrática que dé garantías a las dos partes».

Borrell aseguró que la UE seguirá centrada en la defensa de los derechos humanos y pidió que el Gobierno de Maduro «ponga fin a la represión» tras haber detenido injustamente a «más de 1.500 personas» desde las elecciones, por haber apoyado a la candidatura vencedora.

En fuentes de la delegación española se afirma que el papel de España ha sido «hacer todo lo posible por mantener la unidad, lo cual se ha logrado», y ha pedido «intensificar el diálogo con los actores regionales, especialmente con Brasil y Colombia y por hacer todo lo posible por preservar la integridad física y los derechos civiles y políticos de los miembros de la oposición».

El ministro José Manuel Albares había dicho a la entrada en el edificio del Consejo que «ha pasado un tiempo ya más que prudencial solicitando las actas y tenemos que rendirnos a la evidencia de que esas actas no se van a presentar. No hay voluntad de presentarlas», por lo que es necesario «que quede claro que si no se exhiben las actas no va a haber reconocimiento de un resultado electoral, que es imposible verificar».