Domingo Alberto Rangel: Sobre la libertad

Domingo Alberto Rangel: Sobre la libertad

Domingo Alberto Rangel @DomingoAlbertoR

Uno de los derechos humanos que más a menudo se mencionan es la libertad que de hecho es la bandera de lucha de liberales y libertarios.

Muchos de los que usan la palabra “libertad” a manera de mantra en sus insulsas declaraciones… denotan que no saben de qué se trata y terminan trasmitiendo imágenes erróneas del panorama que critican.

Escuchando esos ciudadanos (as) si se les cree a pie juntillas lo que dicen es posible que por la noche, ya dormido uno tenga pesadillas donde sueña que lo están estrangulando lo cual ni es exacto… ni tampoco justo.





¿Entonces, hay o no libertad?

Para responder esa pregunta y sin evadir señalo recordando el lugar común “el miedo paraliza”… añadiendo que uno está ante la presencia del miedo como sentimiento… cuando la acción se paraliza dejando el sujeto de hacer lo que quiere.

Es decir… perdiendo la libertad.

Bien; pero, ¿quién produce miedo y a quienes afecta ese sentimiento ambiguo?

Bien de nuevo: en principio el miedo lo produce algo mayor y más grande o pesado que uno.

Digamos una institución con poder más que el grandote del barrio que desde la invención de las armas de fuego piensa varias veces antes de lanzarse a darse de golpes con un pequeñín.

O también quien tenga el poder que hace dos siglos apenas lo tuvo la Iglesia… para asustar los protestones.

Poder que en la actualidad lo heredaron los medios y en especial internet que campañas mediante hace héroe de un bobo y viceversa… pero también que es capaz con el mismo método de asustar a quien no tiene porqué estarlo.

En el caso de la libertad el miedo trasmite a las personas un desasosiego similar al que debe experimentar el condenado a muerte cuando lo llevan con cura a sus espaldas… por el pasillo de la muerte.

Y difícil es razonar con desasosiego… tanto, que muchos asustados exigen “recobrar la libertad” sin saber a quien realmente acusan.

Y a ese respecto el mejor ejemplo es la libertad de tránsito que sigue disminuida en un país donde tras un siglo de buenas exportaciones petroleras aún se importa un porcentaje inmenso de lo que consumimos los venezolanos… el mejor y mayor destino para los comerciantes era y sigue siendo Miami.

Pues bien… esa libertad está restringida dado que viajar a la capital de la Florida yanqui es más caro y difícil desde que las llamadas sanciones impiden el viaje directo desde Caracas.

Y esa es una restricción a la libertad.

Hay otras que las permite un gobierno que sabiendo como todos que en las alcabalas matraquean a los camiones que transportan hortalizas, frutas y quesos… no hace nada para disminuir al menos ese mal que a todos nos cuesta y que lleva al fracaso a los comerciantes más pequeños.

Pues bien… si hablamos de libertad como un deseo… se impone atacar los miedos y hablar claro… recordemos que a causa de la libertad se llevó a cabo un golpe en Ucrania… y ese derecho humano convertido en estatua a la entrada de Nueva York… en la Ucrania actual sí que está restringido.